Hay muchas veces en la vida que por culpa de nuestro orgullo no podemos alcanzar las metas que nos proponemos. Este sentimiento es sinónimo de una gran falta de humildad. A mi parecer en esta vida hay dos máximas que si las cumplimos al pie de la letra , todo serán ventajas. Estas ultimas son : decir siempre la verdad (aunque duela), y ser humilde.
La vanagloria como el orgullo solo nos darán problemas.
Lo que llamamos vulgarmente “bajarse del burro” es a fin de cuentas el camino mas rápido para conseguir lo que deseamos, es decir la paz y la harmonía con nuestro alrededor y con los demás. Una vez me dijo una persona (ya veterana) que si conseguía apartar de mi vida el orgullo todo iría como la seda. He de reconocer que es muy difícil en ocasiones, no ser orgulloso y mas cuando sabes que llevas la razón, pero aún así es mejor optar por retirarlo a un segundo plano y dejar paso al dialogo y la comprensión.
Dígame , ¿cuantas veces han discutido con alguien por no dar su brazo a torcer?
El herrar es humano, pero el saber pedir perdón y recapacitar las cosas también.
Yo desearía a todo el que lea este texto que intentara apartar el orgullo de su vida , aún siendo una tarea titánica que si logramos, será el triunfo mas grande de nuestras vidas.
No hay problema sin solución si practicamos esta sencilla pero a la vez difícil tarea de superación personal.
Un saludo a todos Raúl López
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