domingo, 13 de julio de 2008

El mal humor


EL MAL HUMOR

Si una manifiesta los efectos de su mal humor, esto quiere decir que no ve las cosas de un modo claro y que, tal vez no goza del nivel mental y espiritual de otras personas.

Estamos en este mundo para aprender, y ningún ser humano normal es lo suficientemente dotado para captar todas las cosas de una sola vez. Podemos tener el sentimiento de que somos perseguidos y víctimas; que somos víctimas de una mala suerte. Mas, si lo pensamos bien, veremos que no somos desgraciados más allá de toda medida. Pensemos, simplemente, que existimos.

Volvamos la vista a nuestra infancia. Un muchacho puede verse obligado a realizar un determinado trabajo escolar en casa. Puede ser que encuentre excesiva dicha labor, sobre todo si tiene que ir a jugar o a pescar, o correr detrás de una compañía del otro sexo. Estos pensamientos le ocupan tanto su mente, que sólo una décima parte de ella se aplica al trabajo que está haciendo y, de esta forma, éste le parece más duro. Por la misma razón de que no realiza ningún esfuerzo real para terminar su trabajo, se encuentra con que éste le resulta más laborioso de lo que sería para todo ser pensante. Se cansa de su tarea; no dedica ni la vigésima parte de su atención consciente a su labor, y que cada vez se nota mas frustrado. Puede ser que se queje a los suyos de que tiene demasiado trabajo en casa, y que todas esas tareas le ponen enfermo. Los padres se quejan al maestro de que el chico tiene demasiado trabajo en casa, y que sus esfuerzos le perjudican la salud. Nadie se preocupa de inculcar cierto sentido común al chaval quien, en realidad, es quien debe ser instruido.

Lo que le pasa al chico en cuestión os puede pasar a vosotros. ¿ Necesitáis hacer progresos? Entonces necesitáis obedecer algunas reglas, conservad vuestra serenidad, marchar por el camino de en medio. Si trabajáis con una dureza excesiva, os preocupara tanto el trabajo que os aguarda que no os quedara tiempo para fijaros en el resultado que pensáis obtener. De este modo, el camino de en medio es la guía mas simple para mostraros cómo no debéis trabajar con tal exceso que <>. No tenéis que holgazanear hasta el punto de no hacer nada; caminad entre ambos extremos y veréis como vuestros progresos son notables. Demasiada gente se esclaviza hasta el punto de que la esperanza de que, poniendo en las cosas todas su energías, éstas se inviertan totalmente en <<intentar>>, sin que les quede nada en el de <<conseguir>>. Si trabajas con exceso de dureza, haréis como un coche corriendo a una marcha lenta, con toda confusión y lentos progresos.

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